Los Madriles

Después de unos meses por Madrid no quería dejar pasar la oportunidad para dejar mi opinión parcial y todavía incompleta de esta entrañable ciudad.

Si hace una año me hubieras preguntado por mi lista de ciudades en las que no querría vivir, Madrid hubiera sido la segunda (la primera, si has leido otros posts sabrás que es Sevilla --"yo no voy a Sevilla porque me cago...--más por la broma que por otra cosa, que en el fondo no me importaría vivir una temporada allí, además la lluvia en Sevilla, ya se sabe).
Y heme aquí, unos meses después de estar en la capi que oye, he cambiado de opinión. No está tan mal...yo rehuía Madrid con argumentos hippies como "macrociudad, contaminación, agobio, metro, etc."...pero no está tan mal.

Tiene ventajas claras: hay manifestaciones cada 2x3 en las que se reparte pescado, fruta y verdura; hay un montón de inauguraciones de salas, locales, exposiciones donde dan bebida y canapeses; joder, estás en el centro de España, un día cualquiera puedes estar atascado en la M-30 con un ministro en el coche de al lado o con un pseudo-pseudo famoso...; te sientes, en definitiva, parte importante de los periódicos...porque como dice el anuncio: Todo pasa en Madrid.

Lo bueno y lo malo...

Otro día vas para el trabajo y resulta que cerca de casa, en la calle por la que pasas todos los días hay una ambulancia, varios policías y luego te enteras que era la casa de la mujer del cuchillo en la nuca...Otro día muere un joven en una pelea entre bandas radicales y sucede en la parada de metro cercana...y otra vez das un paseo enseñando Madrid a los suegros y hay una sucursal de un banco todavía echando humillo porque media hora antes la han quemado otros radicales...

En fin, cosillas. Pero pese a eso, no se está mal. Ojo, que todavía me queda aguantar el verano de Madrid...menos mal que hay playa, el otro día yendo por la M-40 un cartel marrón de estos de paraje natural con el texto "Playa de Madrid"...

Madrid es infinita (como Andalucía) hay barrios chulos, otros chungos, otros chulísimos y otros chunguísimos. Si en otras ciudades flipabas con un garito, bar, restaurante...aquí tienes miles con los que flipar. En cada barrio hay un rincón que puedes hacer tuyo. Si piensas en tiendas hay para todos los gustos: pijas, frikis, antiguas, etc. Y así con todo, hay gente de todos los países y de todos los tipos. En un momento determinado, paseando por una plaza concurrida te descubres sintiendo "joder, soy parte del mundo".

Y hasta aquí puedo opinar. Porque para qué negaremos el encanto de las ciudades pequeñas, ajenas a la gravedad de los problemas que aquí están totalmente extendidos y diversificados y en esas ciudades sólo apuntan maneras.

Además, eso de pasear por el pueblo adoptivo de turno y que te miren los viejos de la plaza (que siempre he pensado si serían jugadores de ajedrez profesionales) y comenten: "Me paice que ehte no eh de aquí" o "Jí, ehte eh el yerno de la Paca".

Os dejo con la banda sonora de mis primeros días en Madrid..